La Ministra de Seguridad aseguró que en la marcha había barras bravas, grupos kirchneristas y otros actores con antecedentes criminales, lo que indicaba que la manifestación no fue espontánea.
La violencia desatada en las cercanías del Congreso de la Nación generó una fuerte respuesta de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien no dudó en calificar los hechos como un intento claro de desestabilización. Durante una entrevista en LN+, la ministra describió los disturbios y acusó a varios manifestantes de llegar a la protesta con el único objetivo de generar caos. “Muchas de las personas en la marcha vinieron preparados para matar”, expresó, rechazando la protesta como un intento de desbordar el orden democrático y destruir las instituciones del país.
Bullrich detalló que, entre los participantes, se encontraban barras bravas, grupos kirchneristas y otros actores con antecedentes criminales, lo que indicaba que la manifestación no fue espontánea. Según sus declaraciones, estos grupos actuaron de manera organizada y armada, buscando provocar enfrentamientos violentos y generar una crisis que pudiera tener consecuencias aún más graves para la seguridad y estabilidad del país.
En su red social de X, la funcionaria mostró un video de un delincuente atacando a un policía en plena calle. “Los violentos detenidos hoy muestran lo peor de la decadencia que estamos dejando en el pasado. Detuvimos un centenar de violentos piqueteros, militantes de agrupaciones políticas y barras bravas, que son integrantes de organizaciones criminales que operan con total impunidad”, graficó en el posteo.
La situación se desbordó cuando las fuerzas de seguridad comenzaron a dispersar a los manifestantes, quienes no solo atacaron a los agentes con objetos y piedras, sino que también mostraron intenciones claras de destruir el orden institucional. Bullrich confirmó que se habían secuestrado diversas armas, incluyendo armas de fuego, blancas y objetos como miguelitos, usados para pinchar las gomas de los patrulleros. Además, denunció que los manifestantes intentaron tomar el Congreso, convirtiéndolo en un escenario de violencia extrema y caos premeditado.
La ministra también reveló que Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, le manifestó su rotundo rechazo a los disturbios. Bullrich subrayó que el deporte debe tomar medidas drásticas contra los involucrados en la marcha, sugiriendo que se expulsara a cualquier miembro de clubes relacionados con los incidentes. Además, adelantó que se presentará una Ley Anti Barras aún más severa, con el objetivo de erradicar a estos grupos violentos que considera asociaciones ilícitas.
En cuanto a las consecuencias, Bullrich confirmó que 150 personas fueron detenidas, muchas con antecedentes penales. Aunque los enfrentamientos causaron varios heridos entre los agentes, la Ministra destacó la colaboración de las cinco fuerzas federales y la policía de la Ciudad de Buenos Aires en el operativo de represión. Rechazando cualquier vinculación directa con los grupos sindicales, Bullrich afirmó que estos, junto con las barras bravas, formaban parte de una alianza peligrosa que busca destruir el orden democrático. “La violencia no se va a instalar nunca más en la Argentina”, concluyó.
