El candidato irá a balotaje contra Jorge “Tuto” Quiroga tras haber liderado la primera ronda de votación.
Las elecciones presidenciales bolivianas dejaron una sorpresa mayúscula al desenlace previsto. Rodrigo Paz Pereira, senador del Partido Demócrata Cristiano (PDC), encabezó la primera vuelta con cerca del 32 % de los votos, sorprendiendo a la opinión pública, dejando en segundo puesto a Jorge “Tuto” Quiroga y dejando fuera a favoritos como Samuel Doria Medina, que apenas alcanzó el tercer lugar con cerca del 20 %.
Estos resultados marcan un giro dramático en la historia política de Bolivia: por primera vez en casi veinte años, el Movimiento al Socialismo (MAS) no logró avanzar más allá de la primera vuelta. El candidato del partido gobernante obtuvo apenas un alrededor del 3 % de los votos, lo que evidencia un fuerte desgaste del oficialismo tras décadas de poder ininterrumpido.

Paz, de 57 años y con un recorrido político que lo llevó de diputado a alcalde de Tarija y luego a senador, se presentó como un renovador con una propuesta que él mismo define como “capitalismo para todos”. Su plataforma promueve créditos accesibles, reducción de impuestos y apoyo a la producción nacional, lo que caló entre los electores desencantados con los extremos políticos.
El nuevo desafío: Quiroga al acecho
En segundo lugar avanzó el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga, con alrededor del 27 %. Quiroga representa el ala más conservadora y propone un cambio más radical del modelo económico, con apertura comercial, privatización y vínculo estrecho con organismos internacionales como el FMI. Así, se perfila un balotaje el 19 de octubre, en el que ambos competirán por romper el ciclo socialista.
Las condiciones de fondo —inflación cercana al 25 %, escasez de divisas y combustible, desgaste interno del MAS— crearon un clima propicio para un cambio profundo. Los analistas coinciden en que, si bien la oposición tiene la oportunidad histórica de formar gobierno, deberá lidiar con un parlamento fragmentado y desafíos enormes en términos de gobernabilidad y reforma fiscal.