Cambios en el Gobierno: Adorni asume como Jefe de Gabinete y Santilli llega al Interior

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La pregunta es si Javier Milei logrará consolidar la estabilidad o inaugurará un nuevo capítulo de conflictos que podría marcar la agenda política de los próximos meses.


En un fin de semana frenético en la Casa Rosada, el Gobierno anunció cambios clave en su gabinete que reflejan ajustes estratégicos en el segundo tramo de la gestión. Manuel Adorni será el nuevo jefe de Gabinete, mientras que Diego Santilli fue elegido como ministro del Interior.

En una publicación en su cuenta de X, Adorni agradeció al Presidente por designarlo en el nuevo rol: “Quiero agradecer profundamente al Presidente de la Nación Javier Milei por haberme elegido como su Jefe de Gabinete de Ministros para esta nueva etapa, donde profundizar las reformas estructurales será prioridad. Es un honor y una verdadera responsabilidad continuar con el enorme trabajo que llevaba adelante Guillermo Francos”.

Este movimiento se produjo durante el viernes por la noche; al mismo tiempo que Macri estaba en Olivos para cenar con el presidente. Según trascendió, Milei interrumpió el encuentro por un motivo urgente y se trataba efectivamente de la salida de Francos en un contexto de fuertes rumores sobre su continuidad en el gabinete.

Francos oficializó su salida en X en un mensaje que dirigió directamente al mandatario: “Señor Presidente de la Nación. Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional, me dirijo a Usted con el objeto de presentarle mi renuncia al cargo de Jefe de Gabinete de Ministros, para que pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno que se inicia luego de las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre.”

Fuentes cercanas a la gestión indican que el exfuncionario estaba molesto por las versiones de su reemplazo que no le habían sido informadas previamente. Incluso así le agradeció “profundamente la oportunidad de servir con lealtad y patriotismo a nuestro país y a su gobierno”.

La interrupción de la cena, y los «términos y condiciones» planteados por el presidente, generaron el malestar de Mauricio Macri. Aun así fue peor la confirmación de quién sería el sucesor de Francos:  Adorni responde a Karina y la relación entre el presidente del PRO y ella lejos está de ser buena.

En una extensa publicación, el ex presidente dejó en claro su postura. Señaló que Milei lo había invitado a la cena para agradecerle el apoyo brindado durante lo que calificó como “la semana más difícil” para el oficialismo en la previa electoral. Según Macri, en el encuentro discutieron los temas pendientes y la idea era “pensar la mejor manera de reforzar los equipos y prepararse para esta segunda etapa”, pero aseguró que no lograron ponerse de acuerdo, lo que evidenció su descontento y una clara distancia con la decisión.

En el mismo mensaje, le bajo el pulgar a la designación del vocero presidencial y dijo que la salida de Francos, un hombre «con capacidad y equilibrio»  no es una buena noticia si es «reemplazado por otro sin experiencia».

Macri puso otras opciones sobre la mesa: una de ellas fue Horacio Marín, quien dijo que «reúne todas las condiciones por su experiencia previa». Para dejarlo aun más claro, agregó que la decisión fue desacertada y que «se suma la falta de resolución de las conocidas disputas internas del gobierno, claves en la hoja de ruta del futuro».

«Lamento esta situación porque, tras el esfuerzo realizado, la revalidación de la gente en las urnas y el apoyo inédito de Estados Unidos, el país se encuentra frente a una oportunidad histórica que no puede desaprovechar. Como el presidente ha dicho públicamente, yo no he pedido ni pediré nada a título personal, pero me veo obligado a hacer mi aporte y a expresar mis preocupaciones porque nos une el futuro del país», concluyó Macri.

Sus palabras resonaron entre propios y ajenos; las críticas fueron cruzadas. Algunos señalan que el cambio de Milei no es realmente significativo y otros que el dirigente espera una participación y una incidencia en el Gobierno que (al menos por lo pronto) no tendrá.

Como si fuera poco, en el mismo contexto, se anunció a Diego Santilli como reemplazo de Lisandro Catalán –saliente ministro del Interior y cercano a Francos–. Tanto Adorni como Macri y el propio Milei lo felicitaron por su nuevo rol. El ahora jefe de Gabinete consideró la designación como una “gran elección para esta etapa donde la prioridad es avanzar en las reformas que la Argentina necesita para seguir transitando el camino hacia la prosperidad”.

Por su parte,  Macri recalibró y dijo que incorporación es “muy positiva para el Gobierno” . De todos modos, se ocupó de dejar en claro que Santilli es un hombre que ha estado también bajo su ortiba: “Como dirigente del PRO de gran experiencia, confío en que, en este momento clave, podrá articular con los gobernadores la implementación de las reformas que necesitamos. Esta es una gran oportunidad para el futuro de la Argentina que todos queremos que salga bien”.

El presidente le dio la bienvenida y destacó que será quien ahora llevará adelante las conversaciones con gobernadores y legisladores para poder articular con el Congreso de la Nación “cada uno de los consensos necesarios para las reformas que vienen de cara al futuro”. El flamante ministro también agradeció la confianza.

Mientras el gabinete se reorganiza, persisten interrogantes sobre cómo se desarrollará la interna libertaria, como así también qué impacto tendrán estos cambios en la implementación de las reformas. Las tensiones con aliados, la presión de los gobernadores y las dudas sobre la capacidad real de dialogo del Ejecutivo mantienen a todos en alerta.

En este escenario, la pregunta es si el Gobierno logrará consolidar la estabilidad o inaugurará un nuevo capítulo de conflictos que podría marcar la agenda política de los próximos meses.