‘Guerra’ contra la inflación: el Gobierno apuesta a la vieja receta y amenaza con sanciones a los empresarios

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Desde la Casa Rosada buscan a toda costa reducir el precio del pan, fideos y derivados de la harina. Este lunes habrá una reunión entre ambas partes.


Tras el durísimo impacto que significó la inflación del 4,7% en febrero y la grieta K que se profundizó por la sanción del acuerdo con el FMI, el Gobierno nacional se reunirá este lunes con el sector empresariado para avanzar en su “guerra contra la inflación”, y tiene en mente un combo de medidas con el que apunta a retrotraer los costos de los derivados de la harina y reforzar los acuerdos de precios.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, tiene la misión de llegar a un acuerdo con los empresarios. Acompañado del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, encabezará este lunes, un encuentro con representantes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal). Y a las 15, brindará una conferencia de prensa.

Previo a los anuncios del viernes, los supermercados recibieron en la última semana ajustes de entre el 5 y 15% en los listados de los productos, lo que sumó tensión a la reunión con los empresarios y endureció el tono del gobierno.

Vamos a exigirles a los empresarios que retrotraigan los precios que no tienen justificación, también vamos a aplicar este fideicomiso que es una manera de compensar esa suba de costos”, adelantó este domingo Kulfas. La “nueva etapa”, según el ministro, consistirá en trabajar “cadena por cadena”, revisar la estructura de costos y “ser duros”, si es necesario, con la aplicación de la Ley de Abastecimiento y la Ley de Defensa a la Competencia.

En simultáneo, el área de Feletti busca renovar el programa Precios Cuidados, una lista de 1.321 productos con precios regulados que se ajustan de común acuerdo en forma trimestral. La primera etapa termina el 7 de abril y la idea era autorizar de nuevo subas máximas del 2% mensual en promedio, pero la disparada de la inflación lo complicó todo y ahora los fabricantes de consumo masivo exigen incrementos superiores.

Los empresarios sostienen que los productos bajo el formato oficial aumentaron 20% el año pasado, menos de la mitad del 50,9% de inflación registrada. También aseguran que el programa cubre 70.000 puntos de venta, mientras que hay 210.000 almacenes y supermercados chinos con previos “fuera de control”. Y que los frescos concentraron el 80% del salto en el IPC por las fuertes subas en la lechuga, el tomate y la carne, por ejemplo.

Vale recordar que en febrero, los alimentos aumentaron un 7,5%, la mayor alza mensual desde 2016, lo que sumó 2 puntos a la inflación general del mes. EcoGo relevó en la tercera semana de marzo una suba del 4% en los alimentos, frente a un 0,3% en la primera semana y 1,9% en la segunda. Esto elevó su expectativa de inflación general al 5,5% del mes, aunque también impactan los regulados (prepagas, combustibles, luz, gas, y colegios privados).

Con tantos frentes abiertos, el Gobierno decidió poner la mira en la suba de precio del pan, los fideos y otros derivados de la harina. El nuevo fideicomiso apunta a compensar a los molinos harineros por el mayor precio del trigo a nivel internacional y evitar su traslado a las panaderías y fabricantes de fideos, entre otros. Los subsidios saldrán de la suba a las retenciones de los derivados de la soja, pero en el sector todavía aguardan los detalles.