Cristina es candidata para huir de la cárcel

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Cuánta razón que tiene esta piba de La Matanza. No hay ninguna duda. Cristina lanzó su candidatura con el único objetivo de conseguir los fueros necesarios para no ir presa. Nos miente en la cara diciendo que lo hace por la patria y por el peronismo. La operación incluye un mensaje cifrado a la Corte Suprema de Justicia que dice: “Si no me permiten competir en las elecciones será la confirmación de que me persiguen y me proscriben”. Se victimiza todo el tiempo. Juega fuerte y desafía al máximo tribunal argentino para que no se atreva a dejar firme la condena que ella tiene a 6 años de prisión por corrupta y la prohibición de ejercer cargos públicos de por vida.

A Cristina no le queda otra para tratar de seguir en libertad y evitar la cárcel o mejor dicho, la detención domiciliaria controlada por una tobillera electrónica.

Fue legisladora provincial y nacional, dos veces presidenta y una vez vice y va a ser candidata por la Tercera Sección Electoral en la provincia de Buenos Aires. No es seguro, pero es el único lugar en el que puede ganar aunque el peronismo pierda el distrito. Son casi 5 millones de electores en 19 distritos y el peronismo solamente perdió una vez en los últimos 39 años.

Cristina intenta explicar eso como un gesto de desprendimiento y generosidad de su parte. Pero es puro egoísmo en defensa propia. Sectores del gobierno de Milei y del partido de Macri ya dan por perdida la Tercera Sección. Se equivocan. Tendrían que dar la batalla en ese lugar con los mejores candidatos que tengan.

Una figura nacional anti K y de prestigio social debería enfrentarla y ambos partidos deberían militar y trabajar con energía y creatividad en ese territorio para cerrar el ciclo del kirchnerismo. Y el gobierno debería sumar todo lo que pueda y evitar pelearse con medio mundo. Para ganar la Tercera necesita a todos los que están contra los K.

Si ella gana en setiembre quedará bien perfilada para reconstruir su espacio y aspirar, una vez más a la presidencia de la Nación. Si la justicia posterga las definiciones, como todo indica, ella debería ser vencida en las urnas como lo hizo en su momento un prócer de la democracia como Esteban Bullrich.

Pero si Milei y Macri se resignan y miran a esos sectores populares de lejos le van a facilitar las cosas. Tiene que recorrer el territorio, casa por casa. Salir de la zona de confort de las redes sociales y poner el cuerpo con la gente de carne y hueso.

Ambas fuerzas políticas deben ser puestas al servicio del candidato opositor a Cristina en la Tercera Sección. Deberían salir a explicar desde ahora y hasta el 7 de setiembre que Cristina, Axel Kicillof y los intendentes son los culpables de los peores dramas que sufren diariamente.

Solo La Matanza y Lomas de Zamora explican el tercio de votos de la Tercera. Fernando Espinoza es el intendente que no hizo nada por los matanceros. Y Martin Insaurralde, ex intendente y jefe político de Lomas, es un ladrón del dinero del pueblo que no puede explicar la fortuna que gastó para navegar por el Mediterráneo en un yate nunca mejor llamado “Bandido”.

Insaurralde, que está borrado y escondido, fue jefe de gabinete de Kicillof recomendado por Cristina. La novela erótica que protagonizó en Marbella con Sofía Clérici y su matrimonio con Jesica Cirio en su momento, exhiben impúdicamente un nivel de vida de un jeque árabe y no de un intendente del Conurbano.

Cristina lo hizo. Ella fue la madrina tanto de Espinoza como de Insaurralde. Y eso es lo que deberían explicar los libertarios y los macristas. Que los habitantes sufren todo lo que sufren por culpa de Cristina, Espinoza e Insaurralde.

Incluso Espinoza también está acusado de abuso sexual y va camino al juicio oral.

De hecho en abril del año pasado, la querella solicitó su detención.

¿La mayoría de los ciudadanos van a votar a sus verdugos? Meter en la urna la boleta de Cristina es apoyar y darle un cheque en blanco a los que destruyeron la provincia de Buenos Aires. La inseguridad se convirtió en un baño de sangre de los más pobres de los pobres. Todos los días les roban y los matan. Los trabajadores honestos salen en grupo de sus casas porque los narcos o los delincuentes comunes son capaces de pegarles un tiro por una mochila, un celular o un autito. Han matado incluso a repartidores en moto y a muchísimos policías.

 Y Axel, Cristina, Espinoza y demás siguen defendiendo a los pistoleros con la estampita de Eugenio Zaffaroni que dice que estos malandras son las víctimas de la injusticia del sistema capitalista. En realidad, son los verdaderos victimarios que deben estar presos.

Ni hablar de las escuelas que adoctrinan en lugar de enseñar a los chicos gracias a los sindicalistas de su palo, como Roberto Baradel que hacen paros solo a los gobiernos no peronistas y que defienden sus privilegios.

Cristina fue y es la jefa de esa asociación ilícita que produjo la peor cleptocracia de la historia democrática. Nadie robó tanto durante tanto tiempo. Fue un plan sistemático para enriquecerse con premeditación y alevosía. Por eso está condenada con doble conforme por el caso Vialidad. Y ahora se viene la ruta del dinero K, y otras causas como la escandalosa estafa de las coimas millonarias certificadas en los cuadernos de Centeno.

Cristina candidata es la dimensión de la decadencia de la democracia argentina. Su ideologitis, destruyó el mérito y combatió el esfuerzo y el sacrificio porque los considera producto del individualismo. Profanaron todo lo que tocaron. Le pusieron camiseta partidaria a los derechos humanos, a la defensa de la diversidad sexual y al combate contra los femicidios. No solucionaron nada. Empeoraron todo porque usaron esos derechos como coto de caza de la militancia. Para que tengan un sueldo, un celular y un auto y puedan dedicarse a construir La Cámpora donde manda el príncipe Máximo, el hijo de la reina.

Los países que enamoran a Cristina, Axel y Espinoza son Cuba, Venezuela, Nicaragua y Rusia. Dictaduras y autocracias que dinamitan las instituciones republicanas. El chavismo kirchnerista hizo negocios sucios con Venezuela, pero también nos dejó pegados a países que violan los derechos humanos y someten a la miseria a su pueblo.

El lanzamiento de Cristina fue en su propio canal de televisión. Ya tenían preparados los afiches y el primer spot.

Cristina quiere ser diputada para no ir presa. De nada vale que corra, el incendio va con ella.

Editorial de Alfredo Leuco en El diario de Leuco por LN+