Castigar al antisemitismo

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Es verdad que para combatir el antisemitismo, la mejor arma es la educación. Porque una parte de ese veneno social es producto de la ignorancia. Pero cuando se cometen delitos, hay que castigarlos con toda la fuerza de la ley. Para que no sea gratis. Para que sea ejemplificador. La ley 23.592 en su artículo 3 dice que “serán reprimidos con prisión de un mes a tres años” los que inciten al odio y la violencia discriminatoria.

 La justicia dará su veredicto, como corresponde, pero los cánticos de ese grupo de alumnos del colegio “Humanos” de Canning, son claramente antisemitas porque anuncian que van a “quemar judíos”.

Fue en un viaje de egresados del secundario en Bariloche. Y esos vómitos conceptuales fueron dirigidos a otros estudiantes de la escuela ORT que tiene raíz judía pero que hoy alberga a una diversidad de chicos de todos los credos y orígenes.

Lo más grave es que en el video, filmado con un celular y difundido en las redes por Dani Lerer, aparece el coordinador de la empresa de turismo Baxtter.

 Se trata de un adulto que arenga a los jóvenes para que canten más fuerte semejante salvajada. La empresa comunicó que ya echaron a este empleado que, seguramente, deberá declarar en tribunales ya que hay por lo menos tres denuncias. Lo mismo ocurrirá con uno de los padres que acompañaban al grupo. Marisa, la madre de un muchacho de la ORT dijo esta mañana en radio Mitre que esa no fue la única agresión. Durante el día, además recibieron insultos y patoteadas. Y que ese padre era el que fomentaba las provocaciones.

Otro adulto que tendrá que rendir cuentas ante la justicia una vez que la escuela identifique a todos.

La madre también confesó tristemente que le dijo a su hijo que se sacara del cuello la cadenita con la estrella de David porque tenía temor que ese hecho potenciara los ataques. La escuela emitió 3 comunicados deslindando responsabilidades y repudiando los hechos. También dijo que “se adoptarán las medidas correspondientes”. En ningún momento habló de sanciones.

Esto no debe quedar impune o simplemente como una travesura. Los mayores de 16 años son imputables.

La empresa ya tiene un antecedente en agosto de 2016. Integrantes de una escuela alemana de Lanús ingresaron al boliche Cerebro en Bariloche, con brazaletes con cruces svásticas y bigotes simulando a Hitler y agarraron a trompadas a los alumnos de una escuela de la colectividad judía.

Hay que establecer las responsabilidades de la escuela, la empresa y de los valores que se inculcan en las familias. 

El presidente Javier Milei posteó en X: “repudiable” con mayúsculas y Fin.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona denunció a la agencia para que se investigue a fondo. Pero no hubo una catarata de indignación ni de repudio por parte de las principales figuras políticas de la Argentina. Algunos tal vez están muy ocupados con la campaña electoral y otros, tal vez estén de acuerdo con los gritos.

La gravedad del caso se multiplica porque no estamos hablando de historia. De los hornos crematorios donde los nazis de Hitler incineraban judíos y otras minorías hace 80 años.

Estamos hablando de algo que ocurrió hace dos años. Hoy fue el acto de homenaje a las víctimas y para exigir que el grupo terrorista Hamas devuelva a los 48 rehenes, 28 muertos y 20 a punto de morir entre los cuales hay 4 argentinos.

El 7 de octubre de 2023, luego de invadir el territorio de Israel, miles de criminales de guerra de Hamas se lanzaron a una cacería de civiles. Asesinaron a más de 1.200 personas, secuestraron a 251 y “quemaron judíos”, como decía el coro de los estudiantes de la escuela “Humanos”.

El argentino José Luis Silberman y su esposa, la peruana Marguit murieron incinerados en su propia casa. Durante varios días no se supo nada de los abuelos de Kfir y Ariel hasta que los antropólogos encontraron, en el suelo, literalmente entre las cenizas, un pedacito de diente y de cráneo que certificó que los habían prendido fuego.

No fueron los únicos.

La escuela “Humanos”, que ofrece “educar en valores” fue nominada como “embajadora de la paz”.

Lo que pasó en ese ómnibus debe ser aclarado en todas sus aristas y no debe caer en el olvido. Pero es muy probable que el tsunami de antisemitismo que estalló en el mundo tenga algo que ver. Fue patético ver a Cristina decir que Israel está cometiendo un genocidio cuando ella fue la autora intelectual del tenebroso pacto con Irán cuyo principal objetivo fue lograr impunidad para los terroristas que volaron la AMIA, el atentado terrorista más grave de la historia argentina. Otro lugar donde quemaron judíos y no judíos.

También es aberrante que Pedro Sánchez fomente desde el estado español todo tipo de apoyo a los grupos que bancan a Hamas, simplemente para ocultar el desastre de su gobierno, la caída a pique de su popularidad y que su entorno familiar y partidario está acusado de grave corrupción.

Otro energúmeno fanático es el presidente de Colombia, Gustavo Petro que de la mano de un fascista de izquierda como Roger Waters, no pierden oportunidad de atacar al pueblo judío disfrazando su discriminación de “anti sionismo”.

Vivimos momentos donde la historia retrocedió y perdió la memoria de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el nazismo. Primero intentaron negar que los campos de concentración y las cámaras de gas, hayan existido. Pero después, de negacionistas, pasaron a intentar repetir la maquinaria de la muerte que implica quemar judíos. Hay que castigar el antisemitismo y todo tipo de discriminación e incitación al odio y la violencia. Para vivir en paz, en libertad y con la máxima diversidad.