No hay que dar tantas vueltas. La línea divisoria es muy clara. Las protestas son el pulmón por donde respira la democracia. Son bienvenidas.
Pero la violencia, es el cáncer que destruye la República. Hay que extirparla. Así de sencillo. Un pensamiento binario que parece que fue muy complicado para la jueza Karina Andrade.
Entre los argumentos que utilizó para liberar a 114 patoteros y matones, dijo que era para preservar el derecho constitucional a la libertad de expresión y a la protesta. El ideologismo de su admirado Eugenio Zafaroni no le permitió ver la realidad. Los que tiran piedras, los que se tapan la cara, los que agreden a policías, los que incendian patrulleros, los que rompen el patrimonio público, los que destruyen motos y contenedores no se están expresando con libertad. Hay cientos de fotos y videos que muestran a lúmpenes a sueldo que fueron a romper todo y a desafiar a las instituciones democráticas con el respaldo y la convocatoria del kirchnerismo y el trotskismo. Esas no fueron protestas legítimas. Fueron patoteros que cometieron delitos en flagrancia, en vivo y en directo, y por eso fueron detenidos.
El objetivo fue frenar el caos y establecer orden y normalidad en las calles.
La doctora Andrade,¿ no escuchó ni vio que las hordas salvajes atacaron incluso a la ambulancia del SAME? ¿No sabe que ni en la guerra convencional se intenta destruir a los médicos y enfermeros que van a socorrer a los heridos de ambos bandos? ¿Eso fue una protesta? De ninguna manera. Eso fue violencia organizada por vándalos que en muchos casos tenían antecedentes penales. Los largó tan rápido que no tuvo tiempo ni de leer los prontuarios. Hay violación a la ley de drogas, atentado y resistencia a la autoridad, robo, hurto, arrebatos, daños y lesiones. No eran las carmelitas descalzas. Eran fuerzas de choque que suelen trabajar para el mejor postor. Para un dirigente de un club de fútbol, para un intendente o para un narco. Dicen que cada uno cobró 50 mil pesos por los servicios prestados y que los que pagaron militan entre los barones del Conurbano.
El esfuerzo tremendo que hicieron las fuerzas encargadas de defender a todos los argentinos en nombre del estado fue tirado a la basura en un segundo por la jueza.
No le piden tanto, doctora. La Cámpora la va a agradecer los servicios prestados pero tal vez, el Consejo de la Magistratura pueda amonestarla por su mal desempeño y por su camiseta partidaria colocada en un fallo. Hizo bien el gobierno en denunciarla penalmente y pedirle juicio político.
Uno de los cuatro marginales que quedaron detenidos tenía orden de captura en Tucumán. Otro, Pablo César Oviedo tenía un arma tumbera en su mochila.
Los más descontrolados pintaron en las paredes que había que matar al presidente. Las piedras que recordaban a las víctimas de la pandemia fueron arrojadas contra el frente de la Casa Rosada.
Pero los más peligrosos son los personajes públicos nefastos que les dieron manija para incitar a algo muy parecido a la sedición.
Por ejemplo Guillermo Moreno, quien según Horacio Verbitsky ingresó en su momento al INDEC a punta de pistola y con guardaespaldas.
Este señor condenado por la justicia explicó como voltear a este gobierno democrático. Escuche por favor:
Presagia una crisis superior a la del 2001 donde hubo casi 40 muertos y plantea que la Asamblea Legislativa elija un nuevo presidente o una nueva presidenta. Semejante delirio contra un presidente que te guste o no, ganó las elecciones hace menos de un año y medio con 14 millones de votos es típico en un peronista derechoso que será candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires. Moreno escupe la soberanía popular de las urnas. En agosto de 2017 sacó 52 mil votos, medio punto de rating y quedó afuera de las elecciones. No lo votó nadie. Sacó el 0,79% de los votos, sumados los que compitieron con él. No tiene vergüenza. 0,79 % de los votos y habla en nombre del pueblo peronista y pide que destituyan a Milei.
Que pase el que sigue.
Paco Olveira
Otro chavista kirchnerista como el padre Paco Olveira. También fogonea un golpe de estado. Estuvo en la marcha del miércoles donde casi no hubo jubilados y no lo metieron preso porque un policía dijo: “A este, largalo porque es cura”.
El viento los amontona alrededor de una consigna de Karl Marx que define a la violencia como la partera de la historia.
Paco Olveira es el mayor difusor del odio de clases y del golpismo. Acaba de decir que “este gobierno debe caer más pronto que tarde”.
Juega en el equipo destituyente de Juan Grabois que dijo lo mismo con otras palabras. El padre Paco es el mismo que aseguró que, a los que hubiesen votado a Milei, no los iba a dejar entrar al comedor que tiene en una villa. Muy democrático el sacerdote. Se cree Camilo Torres, pero no tiene cura.
Todos estos muchachos se arrodillan ante el altar de las dictaduras de Venezuela, Cuba, Nicaragua y miran con admiración al terrorismo que responde a Irán.
Que pase el que sigue:
Alejandro Bodart
Bodart es dirigente de una ultra izquierda trotskista, antisemita y sin pueblo. Cada vez que hay elecciones, el proletariado industrial y la vanguardia revolucionaria votan a cualquiera, menos a ellos. Son una intensa minoría que usó y abusó de los más pobres de los pobres con el piqueterismo extorsivo.
Que pase el que sigue.
Mario Eduardo Firmenich
El ex comandante del terrorismo montonero mandó a la muerte a parte de su generación y aceleró las condiciones para la llegada de la dictadura militar de Videla que ejecutó el terrorismo de estado y crímenes de lesa humanidad. Semejante sátrapa hizo un video (desde España, por supuesto) invitando a participar de ese caos. No sabemos si también está convocando para mañana. Firmenich ya está viejo pero sus ideas siguen siendo mucho más viejas y peligrosas.
Que pasen los que siguen:
Rodolfo Aguiar es el representante de Nicolás Maduro y la dictadura chavista en esta tierra. Tiene la cara dura como el acero. Llamó a un paro con abandono de trabajo para que los estatales vayan a la marcha. El secretario general de ATE lanzó una medida extrema que no tiene justificación en la realidad. Lo mismo que Cachorro Godoy, Hugo Yasky y otros que son los encargados de presionar por izquierda a la CGT mafiosa para que muevan las cachas y dejen de robar. Todos están enamorados políticamente de Cristina, la doblemente condenada por corrupción.
Cristina que apuesta a la desestabilización para no ir presa y lograr su impunidad, aprovechó para castigar a Milei y Patricia Bullrich.
Una vez más estamos ante las dos argentinas posibles. La de los violentos y conspiradores que no tienen votos ni vergüenza y la de la democracia que defiende la vida y los bienes públicos con la firmeza necesaria. Mañana esperemos que todo sea en paz y tranquilidad. Pero hay que ponerle freno a los que quieren romper todo, incluso las instituciones y la República. Hay que ponerles freno en forma democrática y profesional. Hay que ponerles freno, antes de que sea demasiado tarde para lágrimas.